Según la Watchtower Biblia y sociedad de extensión de Nueva York, inc., nos dice que es un cierto que al sugerir las normas y finalmente las indicaciones, se adquieren las habilidades de hablar en público, pero lo que contribuye al éxito más que ningún otro factor es el establecimiento de objetivos.
Cuando realmente se quiere aprender a hablar en público se debe de tener un deseo vivo de hacer las cosas e imaginarse como un exitoso orador, el proyectarse a futuro ayuda a ver hasta donde se quiere llegar y así trabajar con el propósito de convertir esa proyección en realidad esto es mucho más importante de lo que se cree; si se consiguiera verse en un espejo y sondar el espíritu y corazón mismos con exactitud, significa la rapidez con que se progresa. Si los deseos son pálidos y huecos, el progreso corresponderá a este tinte y a esa conciencia. Pero si el empeño persiste en lograr un determinado fin, y se realiza con la misma energía con la que el depredador se lanza sobre su presa, entonces nada en el mundo podrá derrotarnos.(Dale Carnegie)
Concentrar la atención en las ventajas que le reportaría poseer confianza en si mismo y hablar con mayor eficiencia:
· Piense lo que esto significa en el plano de las relaciones sociales
· En los amigos que se conquistaran
· En su mayor capacidad para servir a su comunidad, a su congregación religiosa, a sus amigos, etc.
· En la influencia que usted sería capaz de logran en sus relaciones comerciales.
En resumen, ello lo preparara para ser un directivo. Piense en la alegría que experimentara cuando se ponga de pie ante un auditorio y lleno de confianza, le transmitirá sus sentimientos e ideas. He leído pocas cosas que puedan procurar mayor satisfacción que dominar a un auditorio con la sola fuerza de la palabra.
De acuerdo con la experiencia de personas con la capacidad de dominar el arte de hablar en público, relatan que es algo que otorga sensación de fuerza y sentimiento de poder.
Ahora imagínense frente a un público al que debe dirigirse, véase de pie frente al auditorio, seguro de sí mismo; escuche como se cala el murmullo de la sala cuando se comienza hablar; sienta como se absorbe la atención a medida que va agotando el tema; advierta la calidez del aplauso, mientras desciende a la tribuna, escuche las palabras de elogios de las personas que lo saludan cuando termina la reunión, hay algo mágico en esto y una emoción que difícilmente olvidara.
Cabe recalcar, que para lograr nuestros objetivos es necesario tener fuerza de voluntad y perseverancia. Tiene que creer en su objetivo y el camino que se ha elegido para alcanzarlo. Además de amar aquello que debe realizar, porque su voluntad concentra su energía en su objetivo.
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