Cuando se habla en público lo primero que hay que buscar es captar su interés y atención, con vistas a que la comunicación resulte efectiva.
Hablar a un público que no muestra interés es perder el tiempo. Si el público asiste al acto es porque le interesa, porque espera obtener algo (aprender, conocer otros puntos de vista, pasar un rato agradable, etc.) por lo que hay que intentar no defraudarle.
Hablar a un público que no muestra interés es perder el tiempo. Si el público asiste al acto es porque le interesa, porque espera obtener algo (aprender, conocer otros puntos de vista, pasar un rato agradable, etc.) por lo que hay que intentar no defraudarle.
Hay que preparar el discurso en función del público que se espera que asista: tratando un tema que le interese (si el orador tiene la opción de poder elegir). Utilizando un lenguaje apropiado, comprensible; no se deben utilizar términos que resulten extraños (no es lo mismo dirigirse a universitarios que aun grupo de jubilados).
Aunque hasta el momento de la intervención no se tendrá una idea exacta del público asistente, habría que hablar previamente con los organizadores del acto para que indiquen que tipo de público se espera que asista.
Un aspecto que conviene tener en cuenta e si se trata de un grupo homogéneo, ya que el discurso deberá ir dirigido a todos ellos.
No se deben utilizar términos o expresiones que aparte del público no conozca, ni entrar en unos niveles de detalle que a una parte del público pueda interesarle, o que sencillamente no sea capaz de entender.
También hay que informarse del número previsto de asistentes:
No es lo mismo dirigirse a 10 que a 300 personas. Esto influirá en la capacidad de interactuar (preguntar, debatir, etc.), en la necesidad o no de utilizar micrófono, en los posibles medios de apoyo (pizarra, proyectores, etc.).
Si el público es numeroso habrá que habar más alto (con independencia de que se utilice micrófono), aspecto que se tendrá en cuenta en los ensayos. Con pocos asistentes el estilo puede ser más informal, más cercano, frente a un estilo más formal cuando la audiencia es numerosa.
Hay que tener en cuenta el posible conocimiento que pueda tener el público sobre el tema que se va a abordar, ya que esto determinara hasta que nivel se podrá profundizar, o que vocabulario, más o menos técnico, se pueda utilizar.
Un aspecto que también influirá en el discurso es si el orador conoce ya al público, ya que esto podría permitirle darle a su discurso un toque de mayor cercanía, más informal. Hay que tratar de anticipar si el público va a estar de acuerdo o no con la tesis que se va a exponer y en el caso que se prevean discrepancias, intentar conocer las razones de las mismas.
En la exposición se puede hacer referencia a otros posibles puntos de vista, tratarlos con rigurosidad y respeto, aunque indicando que no coincide con ellos.
También hay que considerar las preguntas más probables que el público pueda plantear, lo que permitirá llevar preparadas las respuestas.
Si quieres más artículos como este Subscribete a NEGOCIOS Y SOCIEDAD por Email
No hay comentarios:
Publicar un comentario