sábado, 14 de mayo de 2011

DIA DEL ACTO




El día del acto el orador debe procurar estar en plena forma.


· La noche anterior se debe dormir las horas necesarias. Hay que llegar al discurso fresco, con la mente despejada, al 100 % de capacidad.


Debe ser un día relajado.

· Hay que evitar actividades que resulten cansadas o que puedan generar nerviosismo.
· Hay que procurar tener una agenda despejada: nada de numerosas reuniones, comités, presentación de resultados, comida de trabajo, etc. Se llegaría al acto prácticamente “deshecho”.


Se comentó anteriormente que el día de la intervención no se debe ensayar.


· En las horas previas del discurso es conveniente estar relajado, como mucho se puede echar un vistazo rápido al guion o a las notas de apoyo.


Es conveniente comer varias horas antes de la intervención, con el fin de realizar tranquilamente la digestión.

· La comida debe ser ligera, que no produzca pesadez.
· Se debe evitar abusar del café (aumenta el nerviosismo) o del alcohol (aturde), ni tampoco se tomaran pastillas tranquilizantes (adormecen). Cualquiera de estas sustancias puede provocar reacciones inesperadas una vez del escenario.


También se deben evitar, si es posible, desplazamientos fuera de la ciudad no vaya ser que un atraso de última hora, averías del coche…, puedan dar lugar a situaciones de infarto.


Si la intervención tiene lugar en una localidad distante es preferible desplazarse el día anterior con el fin de amanecer ya en dicho lugar y poder descansar hasta el momento de la misma.


· Si viaja el mismo día pueden surgir imprevistos de difícil solución (el avión se retrasa, se pierde el tren, el coche no funciona, etc.)
· Si no hay más remedio, se viajara con tiempo suficiente (nada de apurar hasta el último momento) y si se puede, se evitara conducir (produce cansancio).
Es conveniente acercarse al lugar del acto con tiempo de sobra, evitando prisas de última hora (no se encuentra taxi, la calle está atascada, etc.).
· Uno puede emplear estos minutos en comprobar que todo está en orden (atril, proyector, micrófono, luces, etc.).


Por último, señalar que puede resultar muy beneficioso realizar unas horas antes de la intervención alguna actividad física (correr, jugar tenis, etc.), ya que contribuye a quemar energías y a calmar los nervios.

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lunes, 9 de mayo de 2011

ENSAYO Y REVISIÓN


Ensayar con seriedad permite llegar a dominar la actuación que se va a realizar, lo que contribuye a aumentar la autoconfianza y a reducir la tensión típica de los días previos a la intervención.
Ensayar no significa simplemente repasar mentalmente el texto dos horas antes de la intervención. Ensayar implica


• Leer el discurso en voz alta, cuantas veces sean necesarias hasta llegar a familiarizarse con él.


• Exponer el discurso, recreando en todo lo posible las condiciones en las que se va a desarrollar la intervención (de memoria, con apoyo de notas, utilizando pizarra, con proyección de transparencia, con micrófono…)


• Practicar la voz los silencios, las miradas, los movimientos, las manos, los gestos de la cara etc.


• Ser capaz de mostrar serenidad, transmitir entusiasmo, saber enfatizar, mostrarse conveniente etc.


• En definitiva, se ensaya no solo para dominar el texto, si no con vista a sacarle todo su jugo, de conseguir conectar con el público, de motivarlo, de entusiasmarlo, etc. Hay que ensayar incluso aunque se pretenda improvisar el discurso. Tan solo el dominio del mismo permitirá realizar una buena improvisación.


Resulta muy útil gravarse en video y analizar con sentido crítico la actuación, permite detectar fallos y poder corregirlos.


También resulta interesante ensayar con público:


• Convencer a algún familiar o amigo para que esté presente en algún ensayo y que realice un ensayo crítico, señalando aquello que haya ido bien y aquello otro que necesite ser mejorado.


• Se debería realizar un último ensayo, en el lugar que se va a celebrar el acto, y si es posible con participación del equipo técnico de luz y sonido.


• El objetivo es familiarizarse con el entorno y coordinar todos los aspectos para la intervención.


• Se ensayara hasta el día anterior al acto. El día de la actuación es preferible descansar, ya que un ensayo de última hora, sin tiempo para corregir fallos, tan solo sirve para aumentar el estado de nerviosismo.


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miércoles, 4 de mayo de 2011

COMO DESARROLLAR EL TEMA


Existen muchos esquemas diversos que proponen los autores de libros sobre discursos, oratoria, o comunicación oral. A continuación se presenta un plan general. Cuando se desea elaborar un discurso conviene responder los siete aspectos que indica el siguiente esquema.

ESQUEMA PARA LA ELABORACION DE UN DISCURSO

I. Tema, pensar en el discurso que se desea tratar

II. Propósito general, puede ser informativo, persuadir, entretener y convencer

III. Propósito específico, definir claramente la intención determinada de realizar el discurso


IV. Secuencia lógica, es la forma de organizar la información

V. Bosquejo del tema, Son las ideas principales del asunto que se trata

VI. Subdivisión del tema, Indica las ideas principales del asunto que se trata

VII. Desarrollo, Escribir las ideas completas de acuerdo con cada idea principal y subdivisión.


Durante el desarrollo de discurso se expondrán aquellos argumentos principales que sustenten la idea definida por el orador. Hay que ser muy selectivo en la utilización de argumentos de apoyo.
En este desarrollo no hay que extenderse más allá de lo necesario. Ya se ha repetido anteriormente que debe primar siempre el principio de brevedad. No hay que abusar de los datos, de los detalles (ocultan los aspectos fundamentales). Hay que dar exclusivamente aquella información que sea realmente relevante.


El desarrollo debe ser ágil, combinando conceptos teóricos, ejemplos, datos estadísticos, citas, comparaciones, anécdotas e incluso incluyendo algún toque de humor (permite acercar el discurso al público). Es conveniente que estos ejemplos, anécdotas etc., sea relevante, vengan al caso, y no se utilicen simplemente para tratar de impresionar al público con los conocimientos que uno posee. El desarrollo debe ser equilibrado, en demasía en un punto determinado y pasar “de puntillas” por otro igualmente importante.


Se utiliza, si es posible, medios de apoyo (pizarra, transparencia, etc.), con idea de ir alternando la palabra con la imagen, dando movimiento a la presentación y evitando la monotonía. (Héctor Maldonado, 1998)


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DURACIÓN DE LA INTERVENCIÓN


La duración de la intervención condiciona la preparación del discurso, no es lo mismo preparar una intervención de 5 minutos que una hora y media.


Cuando se prepara un discurso hay que intentar ajustarse a un tiempo algo inferior al que uno tiene previsto, ya que durante el mismo es frecuente uno tienda a extenderse (saludos, agradecimientos, alguna anécdota improvisada, etc.) siempre es preferible quedarse corto que sobrepasar el tiempo asignado. El público agradece la brevedad. Hay que tener presente la posibilidad de que en el último momento los organizadores del acto modifiquen la duración de la intervención, bien ampliándola (porque un conferenciante no haya podido asistir), bien recortándola. El orador debería llevar preparado material adicional, por si tuviera que hablar más tiempo de lo previsto. También debe de tener identificadas partes del discurso que se puedan omitir, para el caso contrario en el que se recorte el tiempo de la intervención.


Durante el discurso hay que controlar el tiempo (tener un reloj a la vista que pueda mirar discretamente), tratando de que la intervención se vaya desarrollando según lo previsto, evitando agotar el tiempo con el discurso todavía por la mitad.


No hay que olvidar que una de las partes principales de sí mismo es la conclusión, a la que hay que dedicar el tiempo necesario para poder desarrollarla convenientemente. Si el discurso es extenso el orador no debería confirmar únicamente a su memoria ya que corre el riesgo de olvidar algún punto fundamental , peor aún, de quedarse en blanco. Es conveniente en este caso llevar preparadas fichas de apoyo que le puedan servir de guía a lo largo de su exposición.


Por último, una idea que hay que tener siempre presente: El orador solo se extenderá en la medida en la que tenga algo interesante que decir, lo que no debe hacer bajo ningún concepto es tratar de “rellenar” el tiempo con información carente de interés (al público se le puede aburrir). En este caso es preferible hablar con los organizadores del acto y comunicarles que el tiempo asignado es demasiado extenso para el tema que se va a tratar.


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lunes, 2 de mayo de 2011

PÚBLICO



Cuando se habla en público lo primero que hay que buscar es captar su interés y atención, con vistas a que la comunicación resulte efectiva.
Hablar a un público que no muestra interés es perder el tiempo. Si el público asiste al acto es porque le interesa, porque espera obtener algo (aprender, conocer otros puntos de vista, pasar un rato agradable, etc.) por lo que hay que intentar no defraudarle.



Hay que preparar el discurso en función del público que se espera que asista: tratando un tema que le interese (si el orador tiene la opción de poder elegir). Utilizando un lenguaje apropiado, comprensible; no se deben utilizar términos que resulten extraños (no es lo mismo dirigirse a universitarios que aun grupo de jubilados).


Aunque hasta el momento de la intervención no se tendrá una idea exacta del público asistente, habría que hablar previamente con los organizadores del acto para que indiquen que tipo de público se espera que asista.


Un aspecto que conviene tener en cuenta e si se trata de un grupo homogéneo, ya que el discurso deberá ir dirigido a todos ellos.


No se deben utilizar términos o expresiones que aparte del público no conozca, ni entrar en unos niveles de detalle que a una parte del público pueda interesarle, o que sencillamente no sea capaz de entender.


También hay que informarse del número previsto de asistentes:

No es lo mismo dirigirse a 10 que a 300 personas. Esto influirá en la capacidad de interactuar (preguntar, debatir, etc.), en la necesidad o no de utilizar micrófono, en los posibles medios de apoyo (pizarra, proyectores, etc.).

Si el público es numeroso habrá que habar más alto (con independencia de que se utilice micrófono), aspecto que se tendrá en cuenta en los ensayos. Con pocos asistentes el estilo puede ser más informal, más cercano, frente a un estilo más formal cuando la audiencia es numerosa.

Hay que tener en cuenta el posible conocimiento que pueda tener el público sobre el tema que se va a abordar, ya que esto determinara hasta que nivel se podrá profundizar, o que vocabulario, más o menos técnico, se pueda utilizar.

Un aspecto que también influirá en el discurso es si el orador conoce ya al público, ya que esto podría permitirle darle a su discurso un toque de mayor cercanía, más informal. Hay que tratar de anticipar si el público va a estar de acuerdo o no con la tesis que se va a exponer y en el caso que se prevean discrepancias, intentar conocer las razones de las mismas.

En la exposición se puede hacer referencia a otros posibles puntos de vista, tratarlos con rigurosidad y respeto, aunque indicando que no coincide con ellos.

También hay que considerar las preguntas más probables que el público pueda plantear, lo que permitirá llevar preparadas las respuestas.

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